jueves, 4 de septiembre de 2014

ORGULLO QUE MATA "LA ADICCIÓN AL SEXO".



Parece que fuera una broma, cada vez que se topa el tema de la promiscuidad sexual que va relacionada con la adicción al sexo, gran parte de hombres sean estos gays o heterosexuales se sienten orgullosos desus aventuras y no creen que esto sea una enfermedad.  Mientras más relaciones sexuales…los heterosexuales se sienten más machazos mientras que la inexistente comunidad gay predica que este es un estilo de vida natural en los homosexuales.

En lastípicas reuniones gays en el cual el alcohol y el chisme están de por medio,
los temas de conversación tradicionales, además de la crítica, solo se refieren a sexo y si es por internet todo se minimiza a - Hola, soy Activo ….  o soy pasivo. Lo que importa es solo sexo… nada más que sexo.  …. El otro solo me interesa como un objeto sexual.

Igual pasa con los heterosexuales. Cuando llaman a País Canela para preguntar sobre programas de ayuda para personas adictas al sexo, generalmente  preguntan primero si al grupo asisten homosexuales, como la adicción al sexo no discrimina, ellos ponen de pretexto de que, si van gays a los grupos, ellos no asistirán…  - Es que soy bien macho, yo soy adicto al sexo solo con mujeres, me he comido a miles…. – Presumen orgullosos.

En las reuniones de gays con VIH de las negociantes fundaciones que supuestamente trabajan en la prevención del VIH SIDA, ciertos miembros solo se dedican a jactarse de su infinidad relaciones sexuales, ¡Más de mil es el promedio!  Eso les causa gracia, pero nunca se preguntan a cuántos de ellos transmitieron la enfermedad.   ¿Ha Cuantos han matado?  Eso no les importa. Lo que vale es que a cada convención que asisten con gastos pagados, según ellos, se arman las buenas orgías
De prevención nada que hablar.

El adicto al sexo que ha contraído VIH le gusta presentarse como "víctima", es por eso que estas fundaciones usan al estigma como medio para atraer dinero para sus funestas causas. El adicto que justamente dirige estas organizaciones se vuelve sumamente manipulador, pasa de ser estigmatizado a un abusivo compulsivo sin escrúpulos, y su ambición de sexo y dinero hará que este círculo vicioso continué.

El adicto cree que obtener sexo de la manera que sea, es su derecho. En eso sí está claro, es por eso que ahora en Ecuador, abundan los activistas que no solamente son adictos al sexo sino también a las drogas y al alcohol. Ellos y ellas con su mente trastocada defienden   a diestra y siniestra que con su cuerpo pueden hacer lo que se les da la gana. Y si hicieron daño a otros…  ¡No hay problema!,
el Estado paga todo.

¡Qué la adicción al sexo no causa daño!…

Ese es el justificativo más tonto para el que no quiere ver el mal que se hace a sí mismo y a otros: violaciones, transmisión de infecciones sexuales, abortos, abuso de menores, trata de personas para prostitución, violencia, pedofilia, zoofilia, necrofilia, maltrato a la mujer, femicidios, gasto de dinero que era de la familia, pornografía infantil, dependencia hacia la prostitución, robos, mentiras, agresiones, daños corporales, problemas legales, asesinatos,  etc, etc, etc.

Pregúntese a cuantas mujeres o hombres ha violado o incluso ha llegado a matar un adicto sexual.
Aunque le parezca una exageración, pregúntese a cuantas personas ha infectado un adicto al sexo con el VIH u otras infecciones sexuales que matan o causan severos daños en el cuerpo humano.
Se ha puesto a pensar sobre la trata de blancas, mujeres que son obligadas a trabajar en la prostitución, que se les confisca sus pasaportes y encima se les vuelve adictas a las drogas todo esto para que un adicto al sexo obtenga placer incluso con menores de edad. Toda esta oferta de placer rápido está creada en   base al sufrimiento de estas personas, pero al adicto no le importa, se vuelve sádico, a la final acaba afirmando   - Tarde o temprano les va a gustar ...

Se ha preguntado cuantos abortos ha causado un hombre adicto al sexo. Como cayo en adicción le vale un comino la vida. Ni siquiera ama la suya, peor la de otro ser.  Lo único que le importa es el cómo satisfacer su necesidad insaciable de “sexo”.

Los adictos al sexo tienen una doble personalidad. Aunque muchos hayan tenido muy buena educación con valores morales y espirituales, pueden aparecer ante el resto como buenas personas, pero en su vida oculta, el mal que hagan a otros no les causa ningún cargo de conciencia. Pierden la noción del bien y el mal. Ya no les importa lo que es la moral ni la ética. Pierden el respeto a otro ser humano y no saben lo que significa dignidad. 

El adicto sexual tiene un comportamiento dual, en su casa, trabajo o amistades puede aparentar ser un buen ser humano, ingenuo, incluso hasta caritativo. Nadie lo nota. 

Pero en su vida oculta pasa a ser perverso, se excita haciendo daño a otros, paga por sexo, se levanta en la calle a personas peligrosas, ve pornografía grotesca, llega a hacer actos sexuales que en su vida social nadie lo aceptaría.

En Colombia nadie sospechó que un profesor de colegio ejemplar y buen padre de familia haya violado y luego matado a 130 chicas.

El psiquiatra Miguel Ángel Fuentes escribió el libro "La Trampa Rota" donde describe sobre los daños que causa un adicto sexual, afirma que su libro lo dedicó especialmente para los curas y pastores cristianos que eran sus más asiduos clientes. En 1976 el ya predijo que la adicción al sexo era una enfermedad y sus colegas se burlaron. También hablo de la pedofilia y pederastia que hay entre varios sacerdotes católicos y las prácticas homosexuales ocultas que existen justamente entre los curas y pastores que predican en contra de los gays.

En Ecuador nadie se sospecha que personas aparentemente de bien hayan transmitido el VIH intencionalmente a cientos de víctimas, hombres cristianos que han abusado de infantes o médicos sumamente reconocidos que han drogado a sus pacientes para abusarlos sexualmente.

¡Qué la adicción al sexo no es un problema de salud ¡

Usted con sus impuestos paga muchas de las medicinas y tratamientos que se da a un adicto sexual y  a sus daños colaterales en cuanto al tratamiento de las infecciones que ha contraído y las que ha pasado a otros.

En Ecuador, una fundación GLBT quiere que el Estado asuma el pago total de un antiretroviral llamado Truvada para que los irresponsables con su sexualidad sigan teniendo sexo sin preservativo. Fundación Equidad aduce tontamente que de esta manera no se van a infectar del VIH….  Estas locuras las pagaría usted con sus impuestos, lo que no le explican es que los beneficios económicos sustanciosos son para los dirigentes de estas fundaciones que son auspiciadas por las grandes farmacéuticas.

Usted con sus impuestos paga los medicamentos de muchos hombres que padecen de adicción al sexual, en vez de ser tratados psicológicamente para frenar su adicción, las organizaciones les dan pastillas, allí es donde está el negocio.

¡Que estoy exagerando!, ¡Qué estos mamiticos son unas víctimas de esta cruel sociedad!

Ahora hay una nueva forma de matar, es más lenta y más cruel.
El adicto es propenso a contraer múltiples infecciones de transmisión sexual.
Les recuerdo que estas se transmiten en progresión geométrica.
Basta que un adicto sexual con VIH o cualquier infección mortal haya transmitido a 5 personas para que luego de un año sean 135 personas las infectadas. Pues un adicto sexual, puede tener estas 5 relaciones tan solo en una semana, pero en muchos casos puede tener estas  5 relaciones tan solo en un en un día. Le reto a que haga el cálculo.

Para obtener placer, el adicto que llega a estos actos de maldad, calcula fríamente como
va a hacer daño.  En relaciones homosexuales, el adicto finge ponerse el preservativo y al rato que la otra persona menos se lo piense, se lo quita. Lo hacen mucho en los cuartos oscuros, saben qué tipo de condones son de mala calidad justamente para que se rompan. Algunos incluso haciendo el papel de pasivos, aprietan los glúteos fuertemente para que el preservativo se rompa y así enfermar al otro. Las cosas que los mismos pacientes con VIH me han contado de cómo pueden transmitir el virus al otro, prácticamente me han dejado helado.  Son aterradoras y estremecedoras. Pero ellos no sienten ningún remordimiento. Generalizan todo.   – Así como me pasaron, así lo voy a pasar. El mundo gay funciona de esta manera – Me afirman.

Igualmente lo hace el heterosexual, y con más osadía ya que en la mayoría de casos no usan condón con sus esposas, y cuando la esposa se enferma, son tan cínicos que le echan la culpa. 
– ¡Tú me lo trasmitiste!.¿ Con quién me fuiste infiel? – Le reclaman.

Después de leer esto,  un ser racional se dará cuenta que la adicción al sexo no es un chiste.  Destruye a la persona que ha caído en ella y puede destruir a muchos que han pasado por sus manos.
El sexo es bueno y maravilloso sabiéndolo utilizar responsablemente, pero cuando se vuelve una esclavitud, tan solo trae funestas consecuencias.

Muchos conocidos míos ya han muerto, algunos están enfermos, pero ni así escarmientan,
otros han tenido demandas legales, y algunos han sido asesinados. Lo más
espeluznante de esto es que otros, de los cuales usted ni se sospecha, han llegado a matar.

Ha veces, cuando he sabido que un adicto al sexo ha fallecido, siento un gran alivio, porque sé que fue la única manera que dejó de hacer daño a otros, pero en varios casos,
he deseado que algunos de los que conozco fallezcan o que sus víctimas tengan la valentía de denunciarlos para que de esta manera su maldad se frene, ya que ellos no desean cambiar.  Lo malo es que justamente las fundaciones en VIH SIDA son las que más los defienden presentándolos como víctimas. Para colmo también sus familiares los protegen porque se ciegan a una realidad dura que ellos no quieren ver.  Si fueran consientes del daño que causan tomarían otras acciones.

En este país la Coalición Ecuatoriana de personas viviendo con VIH SIDA llegó a protegerlos tanto que promulgó una ley interna creada por ellos – Si una persona que tiene VIH trasmite intencionalmente la infección a otra persona, la última es la culpable porque no se protegió. – Justamente los que promulgaron esto, es su vida íntima son adictos al sexo que creen que sus prácticas de alto riesgo son un derecho bien ganado. Ellos nunca hablan de sus obligaciones como portadores y del respeto hacia la vida y salud de los otros. Son especialistas en presentarse como los “estigmatizados”.

Gracias a un buen Dios y a mujeres valientes que denunciaron que sus maridos a sabiendas que tenían el VIH les transmitieron, la asamblea ecuatoriana aprobó una ley que condena la transmisión intencional de cualquier infección sexual. Ahora sí se los puede denunciar, y esperemos que esta ley no cambie.

El sexo mal utilizado se convierte en un gozo que te puede llevar a la muerte, no hablo solo de la muerte física, sino que te puede matar en vida.

Ojalá que algunos que se han esclavizado ante el sexo al leer este artículo dejen de revolcarse en el lodo y decidan aceptar las perlas que les pueden dar los programas de recuperación, la ayuda profesional combinada con una ayuda espiritual que les ayudará a salir de aquel fango para que puedan llevar una vida sexual sana y satisfactoria.  Pero todo esto solo depende de la decisión del adicto, si él desea liberarse de esta esclavitud, la vida le pondrá todo tipo de ayudas, pero si no desea, solo nos queda rezar por su muerte.

FRANCISCO GUAYASAMIN