domingo, 8 de abril de 2012

PENSANDO EN LO QUE REALMENTE ES EL AMOR


Pensando en la verdad sobre lo que realmente es el amor, acudí a los lugares más recónditos de mi pasado. Una vez allí, hojeando en todo lo que escribí en esos días, me di cuenta que muchas de las veces, pensaba que el amor era sentir que las rodillas temblaban al ver a alguien.

Pensé que si tenía alguien en quien pensar, era amor.
Creía muchas veces que si conocía a alguien nuevo también era amor.
Si me escribían una carta, entonces también era amor.
Y mejor aún, si la persona que estaba a mi lado era guapa, entonces era verdadero amor.

Luego me fui al futuro, y como se encontraban en remodelación,
no me permitieron entrar. Así que volví al presente.

Una vez aquí, totalmente en mis cabales,
me doy cuenta que las caras bonitas que conocí,
no eran más que los deleites de mis ojos y mis hormonas,
que pocas veces pasaron de ser un gusto.

Luego, el conocer a alguien nuevo,
era sólo muchas de las razones para creer que siempre vendría una mejor,
y no me daba cuenta que quien debía ser mejor era yo mismo.

Cuando pensaba en alguien,
sólo recordaba cosas de esas personas que quería ver en mi,
y ahí fue cuando la mejor respuesta llegó:
"El amor no es un sentimiento,
es una fuerza que te llena de paz, que existe o no existe".

El gusto, las ganas, los nervios, las miradas, los roces, las mariposas,
los temblores, la timidez, son nada más que la ante sala, del enamoramiento,
los momentos en que todo es lindo. El amor es cuando no hay orgullo, ni estrategias para "ver qué hace".

El amor no condiciona, ni tiene esperanzas,

el amor solamente tiene FE.
El amor no juzga, ni hace víctimas.
El amor alienta siempre y hace refugio.

Gracias a todos quienes siguen formando parte del más importante de los aprendizaje en mi vida: la verdad sobre el amor!
Como sea que lo tengan en sus vidas.

* Enviado por Ramiro Loza Cisneros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE DIOS TE BENDIGA CON LA INCOMODIDAD
frente a las respuestas fáciles,
las medias verdades,
las relaciones superficiales,
para que seas capaz de profundizar dentro de tu corazón.
Que Dios te bendiga con la ira;
frente a la injusticia, la opresión y la explotación de la gente,
para que puedas trabajar por la justicia,
la libertad y la paz.
Que Dios te bendiga con lágrimas;
para verterlas por aquellos que sufren dolor,
rechazo, hambre y guerra.
Para que seas capaz de extender tu mano
y reconfortarlos, y convertir su dolor en alegría.
Que Dios te bendiga con suficiente locura
para creer que puedes hacer una diferencia en este mundo
para que puedas hacer lo que otros proclaman imposible.