Debido a que la Religión Católica domina al país, se maneja a la homosexualidad como un pecado, pero no se maneja este mismo estigma en el polígamo, promiscuo, infiel , estafador, mentiroso, borracho o ladrón.
Lastimosamente la estructura heterosexual y política del Ecuador presenta altos grados de corrupción que no son criticados por la misma Iglesia Católica ni por las mismas organizaciones evangélicas y supuestamente cristianas que están predominando últimamente. En gran parte de casos de corrupción estas organizaciones son aliadas a estos poderes económicos y políticos.
Lastimosamente tanto sacerdotes católicos como ciertos pastores protestantes atacan públicamente a la homosexualidad, pero como en gran parte del mundo se descubre que los que más atacan son los mismos religiosos con esta orientación. Lo hacen por estatus, mantener su apariencia y beneficios. Pero no es de sorprenderse cuando se los encuentra a ellos en un sitio gay o socializando por medio del internet.
La religión imperante en Ecuador es la Católica, seguida por la cristiano evangélica, pero esto no significa que realmente Ecuador sea un país cristiano. La doble moral se maneja a la perfección en nuestro país debido a la "viveza criolla" que se ha vuelto nuestra religión oficial y nuestro deporte nacional. Esta viveza criolla es la mezcla de la idiosincrasia española que vino a conquistar América en donde por un lado hablaban de Dios, y por otro lado robaban, violaban, y cometían todo tipo de pecados. Es decir, la viveza criolla se resume en imaginarse que "el otro es el tonto".
Debido a esto "La homosexualidad" tan solo se vuelve un chivo expiatorio donde la mayoría de ecuatorianos aparentemente cristianos tiene como excusar sus faltas.
Aquí el católico frecuentemente miente, los hombres casados son sumamente infieles, el alcoholismo es algo común, las estafas, los engaños, los atracos, son cosa de todos los días. Los abusos de unos contra otros es "normal". En pocas palabras la gran mayoría de ecuatorianos que presumen ser "cristianos" y personas de valores, pero lo que impera es la "doble moral".
Incluso la "impunidad" en actos ilegales se ha vuelto normal justamente en personas católicas o cristianas que tienen poder económico o influencias.
En pocas palabras, si podría resumir que la sociedad ecuatoriana, en una gran mayoría, a pesar de los cambios sigue siendo una sociedad hipócrita y mojigata en cuanto a temas de sexualidad. Por afuera lo critican, pero interiormente lo practican.
FRANCISCO GUAYASAMIN
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