lunes, 21 de diciembre de 2015

DE CIEGOS, SORDOS Y MUDOS



Y llego la noche del lanzamiento de País Canela. Me alegraba saber que las buenas iniciativas tienen un eco en la gente, aunque el resto de ella se niegue a ver.

Esa noche País Canela pasaría a ser también un medio de comunicación que probablemente se convierta en el primer medio de difusión de una cultura que hasta ayer no despegaba, pero que hoy tiene un motor llamado “País Canela”

Espero que quienes estuvieron allí, hayan ido con curiosidad o con apego, y comenzaran
a empaparse, a oscultar un material rico en cultura, información y desmitificación de varios temas tabú, aun cuando el resto de ellos aún se niegue a hablar. Y que mucha gente se vaya involucrando con esta causa que no es solo de FranciscoGuayasamín
mía o de alguien más; sino de una parte representativa de la sociedad.

Me imaginaba a mí mismo pronunciado un discurso aquella noche, un pequeño homenaje a su labor a lo largo de estos años. Algo no muy cansón, pues en estos eventos sobran los halagos y las adulaciones de aquellos que no solo se acercan a uno para compartir los triunfos, y que muy pocas veces te soportan cuando estás en el piso aún sin poder despegar. Ese discurso debía ser algo más bien dirigido aquellos que no lo podían oír en aquel momento, a los que todavía no quieren oír.

En sí, mi discurso debía tener todos aquellos argumentos que hicieron que Francisco dejara la comodidad de la platea de su vida acomodada, y se lanzara al ruedo de sus convicciones, buscando conseguir que el mundo funcione como debe funcionar, aunque sea por una sola vez. Debía resumir en uno solo, todos los “carajos reprimidos” en la garganta, de cuando el camino y la gente se volvían injustos y crueles.

Debía además nutrirse de su figura menuda con la gorrita sobre la cabeza siempre rasurada, de su cuerpo alto y delgado, su camisa de manga larga y el pantalón de casimir, y con su infaltable compañero: el bolso de mano. Debía reflejar los rostros de todas las gentes que se cruzaron en su camino para bien o para mal. Mi discurso debería incluir momentos de silencio, ese silencio que deja la soledad de los pasos dados en solitario, pero que ayuda a ordenar mejor los pensamientos y proyectar mejor las acciones.

¡Que no tuvo apoyo del ambiente gay discotequero!...
para algunos pesimistas esto podría ser una mala señal, pero para los luchadores como el Pancho, solo son señales de oportunidades y nuevos retos.
Mejor aún, sí te critican!!!

¿De qué te vale Pancho Guayasamin las críticas de la gente que no tiene idea del origen de tu esfuerzo?...
¿Cuántas sonrisas falsas has compartido, provocadas por la ignorancia de lo que representa ser una minoría?...
¿Y cuántos más de aquellos sonreirían falsamente porque alguien más hizo lo que ellos mismos no se atrevieron a hacer?

“Quédate con los buenos Pancho, quédate con los que de verdad te han apoyado y te siguen apoyando. Y sigue consiguiendo cosas, ¡no por la fama, los créditos o el reconocimiento!

Hazlo de la forma como lo has hecho hasta hoy, simplemente por saber que es lo correcto, y por saber que “País Canela” es un instrumento de lucha a través de la cual todos los sordos, ciegos y mudos de nuestra minoría, algún día, ojalá no muy lejano: verán, oirán, y hablarán.

No me quedare callado, no seré un ciego más que no ve las buenas iniciativas y no las valora, no seré un sordo que solo oirá y hará lo que erróneamente considera lo que más le conviene, no seré un mudo que callará lo que quiere decir. No lo soy y no lo quiero ser.

Felicitaciones a Francisco Guayasamin, por País Canela, el medio de comunicación del color del arco iris. Y felicitaciones a la comunidad LGBT, aunque no vea, no oiga y no hable.

Cosme Córdova.
Publicado en la revista impresa "País Canela". Mayo 2005

2 comentarios:

Anónimo dijo...


Gracias Francisco por tu presencia, por haberme acompañado, por haberme permitido llegar a esta parte de este maravilloso sendero por el que que alegremente transitamos y que se llama "Vida" realmente me has hecho sentir importante, me has fortalecido y me has confortado .

Este es el mejor momento para dar inicio a nuevos objetivos, a sanas iniciativas, para olvidar los malos momentos, para perdonar a quienes te han fallado pero sobre todo para perdonarte a ti y no llevar a tus espadas el peso del "Ayer"

Juan Carlos Navarro Ramon​

Anónimo dijo...

Sr. Francisco,

Millón bendiciones en este 2016, es ud. una persona maravillosa, siga adelante y gracias por compartir tantos videos y artículos relacionados con la de cultura, un abrazo fuerte y Feliz Año Nuevo.

Santacali Quilinchao