domingo, 10 de marzo de 2024

SANTOS DECLARADOS MÍSTICOS CUANDO EN REALIDAD ERAN "HOMOSEXUALES"

                                                     



Con esta frase se presentó en la biblioteca de Conspiccius, Alexandro, un sacerdote italiano y además sexólogo.

- Jehová, un ser que exige sacrificios para calmar su cólera, escogió a David, para que guíe a su pueblo.   David amo a Jonatan...

- Jesús  escogió a un apóstol para que este con él hasta en la cruz. Juan fue el más amado...

- Según el nuevo testamento, por una aparición, un ser aparente de luz, escogió a un homofóbico,
   para que condene a los homosexuales siendo el mismo homosexual y sea el padre del cristianismo.
   Pablo fue el más fanático...

- La Iglesia  eligió a un poeta como  doctor tergiversando sus escritos. Juan de La Cruz escribió poemas de amor de un hombre hacia otro hombre. La iglesia los cambio por la Esposa (La Iglesia) y el esposo. Declarando de esta manera a los escritos como místicos.  El padre de los carmelitas, duela a quíen le duela era homosexual.

Por nuestras limitaciones mentales, nos duele aceptar que grandes hombres que han influido en bien para la humanidad hayan sido o sean homosexuales.  Siempre a la homosexualidad solo lo hemos relacionado con lo negativo, para conveniencia solamente del modelo imperante, la heterosexualidad.

- Jesús  escogió a San Sebastián, a San Agustín, a San Francisco,  Sergio y Baco y no me cansaría de decirte cuantos homosexuales han tenido vocación para el servicio.

Para burla de todos,  parece que el espíritu santo  ha elegido que el 54 por ciento de miembros de la cual todos denominamos la Iglesia de Jesús... sea homosexual y este cincuenta y cuatro por ciento se ubique en los cargos estratégicos y de liderazgo. 

En pocas palabras, si la iglesia se mantiene y ha mantenido su poderío ha sido gracias a homosexuales que han sabido cargar su doble cruz valientemente y en silencio.

- ¿Por qué hay tanta homosexualidad dentro de la Iglesia? - Le pregunté con un poco de incredulidad.

La Iglesia solo nos puso dos caminos: O te casas o te vuelves religioso.

Si te quedabas soltero eras mal visto.
Históricamente esa han sido las opciones tanto para heterosexuales, bisexuales u homosexuales. 
Entonces el homosexual que no se casaba para aparentar, entraba a la Iglesia.

Es por eso que hay tantos conventos en la época colonial que son inmensos.
Acuérdate que cuando Humboldt visitó Quito,
dijo que  en la noche la lujuria  hervía en el  convento de San Francisco.
Había más de 200 celdas, y allí solo vivían hombres.

De esa manera el hijo que era homosexual, pasaba ha ser el querido de la familia y nadie sospechaba sobre su verdadera orientación sexual. Muchos se acogían a la religión con el afán de castrar sus pecaminosas pasiones, según ellos, pero lamentablemente las consecuencias son fatales. Ellos mismo acababan desarrollando un odio interno en contra de los homosexuales, cuando ellos mismo lo son. .
Es por eso que la Iglesia es  una institución homofóbica por excelencia. 

"No dudes, todo cura que habla mal de los homosexuales, es homosexual".

Como algunos ya han desarrollado amor por la buena vida y el poder que tienen dentro de la Iglesia. 
El hablar mal en contra de los homosexuales,  les mantiene en su puesto.

La gente no sospecha que ellos lo son y de esa manera siguen manteniendo su  status dentro de la Iglesia.
Es decir, en el mundo de las religiones, hablar mal  sobre la homosexualidad es un excelente negocio.

¡A Dios le encanta burlarse del limitado entendimiento humano! - me volvió a repetir Alexandro y luego dijo - A ciertos homosexuales les encanta burlarse del limitado entendimiento de los heterosexuales, ya que ellos dominan el mundo.

Los  que se dicen "normales" se basan en que Dios creo a la mujer como compañera, y no un hombre.
Pero ellos no respetan a la mujer, la han utilizado como un objeto, han creado normas y reglas donde ponen a la mujer bajo su mando o tutela, la maltratan, y han creado cargos tan solo para hombres, uniones solo entre hombres y hasta han llegado a la estupidez de decir que Dios solo escogió hombres para su apostolado.

¿Son realmente los hombres y las mujeres compañeros?

Existe un gran número de divorcios o muchos que se quieren acoger al divorcio y no lo pueden hacer.

¿Acaso Dios condena a un hombre y una mujer a vivir juntos, cuando el amor ya se murió?


Los que conocen el secreto de la afinidad, siempre han agrupado hombres con hombres, mujeres con mujeres. ¿Acaso la Iglesia no hace lo mismo?


TEXTO TOMADO DE
Bienvenido al Mundo de las Apariencias
Francisco Guayasamin

3 comentarios:

Paco Guayasamin dijo...

EXTRACTOS DEL CÁNTICO ESPIRITUAL DE SAN JUAN DE LA CRUZ

1. ¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido.

2. Pastores, los que fuerdes
allá por las majadas al otero:
si por ventura vierdes
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.

3. Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.

Pregunta a las criaturas

4. ¡Oh bosques y espesuras,
plantadas por la mano del Amado!
¡Oh prado de verduras,
de flores esmaltado!
Decid si por vosotros ha pasado.

24. No quieras despreciarme,
que, si color moreno en mi hallaste,
ya bien puedes mirarme
después que me miraste,
que gracia y hermosura en mi dejaste.

25. Cogednos las raposas,
que está ya florecida nuestra viña,
en tanto que de rosas
hacemos una piña,
y no parezca nadie en la montiña.

26. Detente, cierzo muerto;
ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacerá el Amado entre las flores.

35. Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte ó al collado
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.

36. Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos,
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos

37. Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí, tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día:

Paco Guayasamin dijo...

JUAN DE LA CRUZ basaba muchos sus poemas en el CANTAR DE LOS CANTARES....

Cap. 3

1 Por las noches, sobre mi lecho,
busco al amor de mi vida;
lo busco y no lo hallo.

2 Me levanto, y voy por la ciudad,
por sus calles y mercados,
buscando al amor de mi vida.
¡Lo busco y no lo hallo!

3 Me encuentran los centinelas
mientras rondan la ciudad.
Les pregunto:
«¿Han visto ustedes al amor de mi vida?»

4 No bien los he dejado,
cuando encuentro al amor de mi vida.
Lo abrazo , sin soltarlo.

Paco Guayasamin dijo...

Aunque la Iglesia aduce que este poema es místico,
jamás un hombre heterosexual, podría ponerse así mismo de esposa,
para describir un acto de amor entre dos hombres, donde, se puede experimentar claramente "la llama de amor viva" cuando uno ama intensamente a otra persona.

Lastimosamente la Iglesia jamás admitiría que un Santo de la envergadura de Juan de la Cruz, sea homosexual, pero en los momentos actuales y con el avance de la psicología y sobre todo de que las diversidades sexuales están saliendo a la luz, iluso el que siga creyendo que este poema es místico...

1. En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

2. A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

4. Aquésta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

5. ¡Oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que el alborada!
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

6. En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

8. Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.